JAVIER PRADERA Y LA CORRUPCIÓN EN LAS ISLAS BALEARES
El sagaz y veterano periodista Javier Pradera escribe:
"A COMIENZOS DE ESTA SEMANA, el presidente y el secretario general de Unió Mallorquina (UM) anunciaban la disolución del partido y su simultánea resurrección con el rótulo de Convergència per les Illes Balears (CIB). El propósito confesado de esa 'operación Ave Fénix' es limpiar los estigmas de corrupción y de clientelismo ganados a pulso durante más de dos décadas. Las faltas de aseo moral de la formación son contundentes. Los tres anteriores presidentes de UM -Maria Antònia Munar, Miquel Nadal y Miquel Flaquer- han sido acusados de corrupción por la fiscalía anticorrupción y sus dos secretarios generales previos -Tomeu Vicens y Damià Nicolau- fueron condenados a penas de cárcel por las mismas razones. Varios consejeros del Gobierno balear y del Consell de Mallorca, así como otros altos cargos de la Administración autónoma y municipal afiliados a UM, han tenido que dimitir tras ser interrogados en los juzgados.
No es tan barato, sin embargo, romper con el pasado de un partido y mantener la continuidad de sus activos organizativa y materialmente beneficiosa. Pocas horas después de que el presidente y el secretario general de UM anunciaran la muerte de su formación política eran citados como representantes legales de la asociación por el juez instructor del 'caso Picnic' para exigirles el depósito de una fianza de 1.600.000 euros destinada a cubrir las eventuales responsabilidades del caso.
Tal vez el ejemplo de cinismo dado por los presidentes autonómicos del PP Gabriel Cañellas (salvado de la cárcel por la prescripción del 'caso Sóller') y Jaume Matas (que acaba de sumar el 'caso Calatrava' al 'caso Palma Arena') haya servido también de acicate para transformar Baleares en el puerto de arrebatacapas. En cualquier caso, parece llegada la hora de que el Estado de derecho se plantee el gravísimo problema de la existencia de partidos -como UM- secuestrados por organizaciones mafiosas que no los gobiernan para desarrollar las funciones constitucionales propias, sino para desvalijar las arcas públicas y enriquecerse."
"A COMIENZOS DE ESTA SEMANA, el presidente y el secretario general de Unió Mallorquina (UM) anunciaban la disolución del partido y su simultánea resurrección con el rótulo de Convergència per les Illes Balears (CIB). El propósito confesado de esa 'operación Ave Fénix' es limpiar los estigmas de corrupción y de clientelismo ganados a pulso durante más de dos décadas. Las faltas de aseo moral de la formación son contundentes. Los tres anteriores presidentes de UM -Maria Antònia Munar, Miquel Nadal y Miquel Flaquer- han sido acusados de corrupción por la fiscalía anticorrupción y sus dos secretarios generales previos -Tomeu Vicens y Damià Nicolau- fueron condenados a penas de cárcel por las mismas razones. Varios consejeros del Gobierno balear y del Consell de Mallorca, así como otros altos cargos de la Administración autónoma y municipal afiliados a UM, han tenido que dimitir tras ser interrogados en los juzgados.
No es tan barato, sin embargo, romper con el pasado de un partido y mantener la continuidad de sus activos organizativa y materialmente beneficiosa. Pocas horas después de que el presidente y el secretario general de UM anunciaran la muerte de su formación política eran citados como representantes legales de la asociación por el juez instructor del 'caso Picnic' para exigirles el depósito de una fianza de 1.600.000 euros destinada a cubrir las eventuales responsabilidades del caso.
Tal vez el ejemplo de cinismo dado por los presidentes autonómicos del PP Gabriel Cañellas (salvado de la cárcel por la prescripción del 'caso Sóller') y Jaume Matas (que acaba de sumar el 'caso Calatrava' al 'caso Palma Arena') haya servido también de acicate para transformar Baleares en el puerto de arrebatacapas. En cualquier caso, parece llegada la hora de que el Estado de derecho se plantee el gravísimo problema de la existencia de partidos -como UM- secuestrados por organizaciones mafiosas que no los gobiernan para desarrollar las funciones constitucionales propias, sino para desvalijar las arcas públicas y enriquecerse."
Palma, 08 de marzo de 2011
Etiquetas: caso Calatrava, caso Palma Arena, caso Sóller, CIB, Corrupción, Damià Nicolau, Flaquer, Gabriel Cañellas, Jaume Matas, Javier Pradera, Miguel Veny Torres, Munar, Nadal, Tomeu Vicens, UM