ANTICH, UN POLÍTICO DE POCO FIAR

     Cuando Antich fue a la caza del voto, no dudó en proclamar, a todo aquel que le quiso escuchar, que el nuevo modelo de IB3 que perseguía sería una fiel imagen de la reciente Corporación de Radio y Televisión Española S.A. Es decir: apostaba por nombrar un director general consensuado por todos los grupos parlamentarios; por la alta profesionalidad de los miembros del Consejo de Administración; y por un riguroso control de contenidos, a través del Consejo Audiovisual, dentro del marco: derechos y obligaciones constitucionales. Una vez alcanzados estos principios, proponía: definir, de una vez por todas, la plantilla de personal, y hacerse cargo de la desorbitada deuda histórica del Ente. Finalizando, como así será, con suprimir la emisión de publicidad, incrementando la producción propia en 8.200 horas, limitando así la contratación externa, la compra de eventos deportivos y el cine americano en "prime time". ¿Qué han sido de las palabras de Antich? palabras que bien se podrían clasificar de intencionadas cortinas de humo: convertir IB3 en la cuarta Conselleria de UM; atender, prioritariamente, la deuda de IB3 a los bancos que asciende ya a 169 millones de euros (28.116 millones de las antiguas pesetas); reducir su audiencia en torno al 60%; y poco más.

Palma, 6 de mayo de 2009

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