DOS O MÁS, MEJOR QUE UNA
Si deseas vivir en una ciudad bulliciosa, que por sus calles y a todas horas transiten paseantes, pulsadores de sociedad o simples voyeurs de lo cotidiano. Aléjate de Mallorca.
Si deseas contertuliar con lo conocido o lo desconocido, en lenguas comprensibles y aceptadas. Aléjate de Mallorca.
Si deseas practicar la caña, el tinto o la tapa como una concurrida ceremonia de convivencia, amabilidad o carcajeo. Aléjate de Mallorca.
Si deseas que el perfume de la ciudad sea un justo enjuague del olor a barro, pintura o hierro. Y que esta esencia sea compartida y alabada por muchos. Aléjate de Mallorca.
Si deseas comulgar con una sociedad en la que se salude mucho, fuerte y de frente, y además sea efusiva con otros. Aléjate de Mallorca.
Si deseas transitar y aplaudir con «¡el que vale, vale!», y no ser partícipe del linaje o la bolsa con «¡no vale!, pero es ...». Aléjate de Mallorca.
Pero si deseas calma, paz e incomunicación. Acércate a Mallorca.
Si deseas contertuliar con algunas sombras de silencio. Acércate a Mallorca.
Si deseas saborear cerveza o vino en la más mística clausura. Acércate a Mallorca.
Si deseas que los olores de tu entorno se parezcan y confundan con el más vil de los metales. Acércate a Mallorca.
Si deseas abrazar e intuir la más abstracta soledad. Acércate a Mallorca.
Si deseas sumirte en las más esperpénticas órdenes del todopoderoso «l’amo». Acércate a Mallorca.
Sin embargo si tu libertad y cuenta corriente te lo permiten, pues «ser rico puede ser tan relativo como ser pobre» y además «hoy por hoy ser puede amasar la pasta gansa con cierta habilidad» y eres de los pocos que persiguen el bullicio, la tertulia, el cañeo, el arte, la franqueza, la admiración, la calma, el silencio, la clausura, el dinero, la negrura y la alabanza. Te sugiero lo mejor, lo más fetén, que vivas unos pocos meses del año en Mallorca y los otros, los restantes, en ciudades como Madrid, Barcelona, Paris, Lisboa, Berlin, New York, ... (la lista es más que interminable). ¿Quién dijo que la vida es aburrida?.
Palma de Mallorca, 8 de enero de 2007
Etiquetas: Miguel Veny Torres, Viivir en Mallorca