DE TONTO ÚTIL A INDIFERENTE A LA MEDIOCRIDAD PASANDO POR COMPAÑERO DE VIAJE
No lo oculto, fui tonto útil, compañero de viaje y ahora indiferente a la mediocridad.
Fui tonto útil cuando admití que otros jamás se comportarían como yo nunca lo haría. Fue mi primera tontería que, otros menos tontos utilizaron, para eso, para hacer una tontería.
Uno, si quiere, sale rápido de la tontería útil, basta con comprender la inutilidad de aquellos que, por no ser tontos, no diferencian una tontería de otra tontería.
El ser compañero de viaje nunca te deja cara de tonto, es más cómodo y vuelas acompañado siempre de tu firma, tu propio apoyo, y algún que otro manifiesto. Pero ser compañero de viaje cansa y aburre, y más, cuando viajas a puertos que tu ya conoces, tanto y tanto, que sólo te apetece abandonarlos, y lo haces cuando los otros acaban de poner los pies en tierra.
Después de tanta tontería útil, de tantos viajes sin sorpresa, a uno sólo le apetece refugiarse, algunos meses del año, en esta indiferencia que nunca deja de serlo, gracias al preciso “tic-tac” de la mediocridad.
Madrid, 25 de junio de 2008
Etiquetas: Miguel Veny Torres