IB3, UN MAL MODELO
El modelo de gestión de IB3, implantado por M. Umbert y continuado por A. Martorell, constituye un grave y no merecido insulto a todos aquellos profesionales que por su formación conocen a la perfección los entresijos de la administración de los dineros públicos. Los contenidos de toda televisión pública generalista se dividen en dos grandes bloques, los de producción ajena y los de producción propia, y en éste último existen programas que tienen fecha de caducidad y otros que jamás la tendrán, me refiero al área de los informativos. Esta intrínseca característica de los informativos hace que sea meridianamente fácil el cálculo de todas sus necesidades, tanto humanas como técnicas, para su producción en el tiempo. En otras palabras, su no periocidad es una condición sinecuanum para que puedan y deban ser producidos por la misma cadena. Pudiéndose ahorrar así el beneficio industrial que repercutirá irremediablemente a otra empresa externa, y garantizar el futuro de un elevado número de profesionales, tanto en el ámbito económico como en el de la escala de su proyección profesional.
Palma de Mallorca, 27 de diciembre de 2007
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