¿EL NÚMERO DE MANIFESTANTES?
Es suficientemente conocido el apodo de Antich en el Parlamento español: «el mudo». Apodo que define a la perfección una de las principales características de la idiosincrasia mallorquina: «callar y mirar hacia otro lado». Con estos antecedentes no es nada de extrañar la conducta, tanto de la policía nacional como de la policía local, ante la manifestación a favor del bilingüismo de este pasado sábado. En anteriores manifestaciones era costumbre que ambas policías (nacional y local) facilitaran, a los medios de comunicación, la cifra estimada del número total de participantes -claro que eran otros tiempos, donde alguna de ellas no dependía orgánicamente de la que dependía la otra- y en ésta del sábado pasado -donde, esta vez sí, ambas policías dependen orgánicamente-, nada de nada sobre el número total de asistentes -a menos transparencia más confusión-. A Antich y sus socios se les ve, cada día más, su verdadero rostro que, desgraciadamente, coincide con el que tanto criticaban cuando estaban en la oposición: acallar las fuerzas del orden público, y que IB3 -contradiciendo la línea editorial de toda la prensa local- no incorpore el hecho de la «manifestación» como primera noticia en sus sumarios informativos. Está claro que Antich: «el mudo», sin hacer ruido alguno aprendió, en Madrid, los resortes de lo que mejor sabe hacer su partido: golpes de efecto y propaganda.
Palma, 31 de mayo de 2009
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