LAS CONTRADICCIONES DE ANTICH
Si el gobierno presidido por Antich se decanta por nombrar al nuevo director general de IB3 mediante la fórmula: mayoría simple del Parlament. Dando la espalda a la más representativa: mayoría absoluta del Parlament. Y obviando la más plural y democrática: mayoría cualificada de dos tercios o de tres quintos del Parlament. Si Antich opta por hacerlo así, me pregunto qué sentido tienen las palabras pronunciadas en Palma por el secretario de Libertades Públicas del PSOE, Álvaro Cuesta, cuando dijo defender y aplaudir las tres leyes recientemente aprobadas por el Govern en relación a la publicidad institucional, gestión del sector público y el código del buen gobierno, llegando a calificarlas de ejemplares.
Antich no puede promover el nombramiento del director general de IB3 por el procedimiento de mayoría simple parlamentaria, porque esto significaría aceptar la antítesis de los fundamentos jurídicos que originan los contenidos de estas tres leyes, tan alabadas por Álvaro Cuesta.
Antich y los suyos deberían aclararse, no pueden predicar una cosa y hacer la contraria.
Antich debería reconsiderar que, si la mayoría de los representantes políticos de una sociedad se ven incapaces para llegar a un acuerdo sobre la gobernabilidad de un servicio público no esencial pero si plural, significa, lisa y llanamente, que debe ser un servicio público a suprimir.
Palma, 12 de junio de 2010
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