LA ANTIDEMOCRACIA DEL PSOE

     Por mis principios socialdemócratas -así lo ven los que me conocen lejos de las fronteras españolas- me intranquilizan, por no decir indignan, las palabras -por lo que se esconde detrás de ellas- pronunciadas por el ex presidente extremeño, Rodríguez Ibarra, en relación a los procesos de primarias dentro de los partidos políticos «no tienen por qué discutir en un proceso de estas características». Con esta frase, Rodríguez Ibarra, da por hecho que las primarias se basan en el confrontamiento dialéctico entre candidatos, en el insulto y la descalificación, cuando esto no es así. Las primarias, en toda sociedad demócrata que se precie, se basan en una exhaustiva explicación del programa político de cada candidato por el mismo candidato, para que así el electorado -en este caso los militantes- dispongan del mayor número posible de argumentos para poder votar a uno o a otro. Ésta es la esencia de la democracia. Como diría Julio Anguita «programa, programa y más programa». Que Rodríguez Ibarra se manifieste contra este pilar democrático no es tan solo desilusionante, sino que viene a reforzar la idea de que el PSOE se va acercando, de cada día más y de forma acelerada, a un panorama antidemocrático en el que una parte minoritaria se impone al todo mayoritario.

Palma, 13 de agosto de 2010

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