CARLOS DELGADO Y ROBESPIERRE

     A finales del mes de mayo los calvianers tendrán la oportunidad de elegir su nuevo Alcalde y de este modo podrán manifestar su deseo o no a la continuidad de Carlos Delgado, un personaje que recuerda a Robespierre, del que no se puede olvidar que para la cosa política no ha dudado en utilizar y abusar de recursos judiciales sin fundamento alguno para, según sus propias palabras, machacar la línea de flotación de su adversario político. Carlos Delgado pertenece a este minoritario grupo de personas que, ante todo, están convencidos y se creen estar por encima del resto de los mortales, e incluso es de aquellos que, por su educación, afirman ciegamente estar más allá del Bien y del Mal. Es sólo en este contexto donde se pueden comprender sus últimas manifestaciones: “Lo ha hecho a espaldas mías. Esta es la manera de actuar de UM, pero las elecciones pondrán a cada en su sitio”. Manifestaciones que, en forma reducida y en formato telegráfico, se podrían titular: Yo sí, pero tú no.

     Hay algún que otro cuadro abstracto donde siempre puede observarse alguna que otra pincelada de: «Yo lo haré donde quiera, como quiera y cuando quiera» y otras de «Lo mío siempre estará bien, mientras que lo vuestro, aunque lo calquéis estará más que mal.»

Palma de Mallorca, 1 de marzo de 2007

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