EL ARTE DEL PODER MEDIÁTICO
La sociedad balear, y en particular la mallorquina, es dócil, sumisa, resignada e indiferente, y su clase política es cobarde, interesada, poco demócrata y sin visión alguna de futuro, estos son los calificativos que se me ocurren cuando analizo la conducta que han dispensado a Pedro Serra, un supuesto mecenas que ha visto en la Prensa y el Arte la esencia necesaria para practicar su mayor afición: hacer dinero a través del erario público. En democracia, de siempre, se han clasificado los grupos de comunicación en: aquellos que su línea editorial refuerzan las tesis de la derecha política, los que apuestan por la izquierda y aquellos otros que han hecho de la imparcialidad su único fin. Aquellos grupos mediáticos que únicamente se han guiado por la avaricia de sus bolsillos, que han confundido su línea editorial con el saldo de sus cuentas bancarias, por rechazo de la ciudadanía, han desaparecido o se han reciclado en la llamada prensa sensacionalista/rosa/amarilla. Esta es la lección que deberían aprender, tanto la ciudadanía como la clase política de nuestras islas, con relación al Grupo Serra. Por las últimas declaraciones públicas parece ser que los políticos, por miedo de ver perjudicados sus intereses, no están por la labor. Así pues abogo (soy consciente de que predico en el desierto) a que seamos nosotros, los ciudadanos, quienes regularicemos esta situación, boicoteando cualquier iniciativa del Grupo Serra que vaya dirigida a incrementar su poder o patrimonio.
Madrid, 24 de febrero de 2009
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