OPORTUNISMO EN IB3

     Todos los que hemos desempeñado algún que otro grado de responsabilidad en algún medio de comunicación, sabemos bien, que lo peor para desarrollar una línea de programación es la dudabilidad y en particular aquella que se presenta disfrazada de oportunismo, en otras palabras, la credibilidad y la coherencia son conceptos básicos a la hora de definir y asentar la línea editorial de cualquier cadena. Con lo visto hoy, a IB3 y a su D. G. A. Martorell, le sonará a chino, si es que le suena algo, lo escrito aquí.

     No se puede comprender que por una parte A. Martorell presuma de haber implantado en un tiempo récord toda la programación de IB3 en catalán y por otra emitir la película de hoy “La muchacha en vacaciones” en su versión original. Martorell se entretiene, y él sabrá el por qué, en jugar intencionadamente con el personal a «ni chicha ni limoná». Se levanta suspirando con el doblaje y se acuesta obsesionado con el share. Por la mañana apuesta al blanco y por la noche se desliza al negro.

     ¡No, así no!, se puede utilizar ni gastar el dinero de todos.

Madrid, 11 de enero de 2008

http://perso.wanadoo.es/venytorres/index.htm

REFLEXIONES SOBRE EL ENDEUDAMIENTO DE IB3

     PRIMERA.- En su día X. Antich manifestó que el PSIB hacía suyo el nombramiento de A. Martorell como D. G. de IB3, o lo que es lo mismo: El PSIB es responsable del modelo de gestión en esta nueva etapa de IB3.

     SEGUNDA.- Todo endeudamiento de IB3 que se producía en los tiempos de M. Umbert, era calificado, vía parlamentaria por el PSIB en la voz de A. Diéguez, de mala gestión y despilfarro del erario público.

     TERCERA.- A día de hoy A. Martorell persigue incrementar en 30 millones de euros este endeudamiento vía “aval del Govern”, pasando así su deuda de 138 a 168 millones de euros (27.900 millones de las antiguas pesetas).

     CUARTA.- Es razonable pensar que la fórmula “aval del Govern” viene dada porque los estudios técnicos de riesgo financiero bancarios no permiten otra salida.

     QUINTA.- Estas pretensiones o modelo de gestión dejan al descubierto que el PSIB hace gala de la más innoble conducta política: En donde dije digo, digo diego.

Madrid, 11 de enero de 2008

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