¡OJO AL PARCHE!

     Si yo fuera un político sin escrúpulos que quisiera enriquecerme o financiar irregularmente un partido político despistando dinero público, no dudaría en asociarme con algún “empresario” del sector audiovisual. Estos últimos tiempos las hemerotecas están repletas de casos así. La cosa, el cotarro, el por qué, es fácil de comprender: Un formato, una sipnosis, un tratamiento, un guión o una adaptación son conceptos muy difíciles de cuantificar. Tanto lo son que, sin ningún temor a equivocarme, uno puede afirmar y sostener que lo que se puede presupuestar por un simple euro también se puede hacer por algún que otro millón. ¡Ojo al parche!.

Palma de Mallorca, 16 de diciembre de 2007

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