LA POLÍTICA DE NUESTROS POLÍTICOS

     De mis años universitarios lejos de estas Islas, entre otros valores, aprendí el sentimiento de la coherencia. Protestábamos, denunciábamos y nos manifestábamos contra el régimen de Franco. Nos coordinábamos en reuniones y asambleas estudiantiles donde se oían voces que iban desde la democracia cristiana, pasando por liberales y socialistas, hasta comunistas y anarquistas. Compartíamos el mismo fin: instaurar la democracia en España. Hace algunos meses todos los partidos políticos, con representatividad en el Parlamento Balear, instaron a Bartolomé Vicens, ex parlamentario de UM y adscrito ahora al Grupo Mixto, que renunciase a su acta de Diputado y abandonara el Parlamento por sus corruptelas con el erario. Parecía que todos coincidían en que la presencia de Vicens, en la máxima Cámara de representación ciudadana balear, era un severo descrédito para la clase política. Pero he aquí que el otro día Vicens hizo valer su condición de pertenecer al Grupo Mixto para formular en tiempo y forma, según dicta el reglamento, una pregunta de control al Ejecutivo de Antich. Aquella coherencia que con mucho esfuerzo aprendí me dicta y debería dictar a muchos que el momento de la pregunta de Vicens (cuyo contenido, en materia económica, era conocido por todos) era el más adecuado para que todo el hemiciclo, excepto el President Antich y el Consejero de Economía Manera, abandonara sus respectivos escaños. Estoy convencido de que era la mejor ocasión para hacer ver a la ciudadanía la altura de miras de sus políticos. No merece perdón el no haberlo hecho. La coherencia política, basada en el bien general y no en el particular, que en su día aprendí, no tiene nada que ver con el bochornoso espectáculo que ofreció el hemiciclo balear.

     Para desgracia de todos, los partidos políticos de estas Islas, se parecen de cada día más a un estrecho y estricto grupo de amiguetes, que sólo aspiran al poder personal.

Palma, 5 de febrero de 2009

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