CALIDAD

     Todos los que recurren a la calidad es que han llegado al último escalón. Cuando la publicidad, el marketing y los mensajes no llegan, todos alargan las manos y se aferran al salvavidas, a las boyas de la calidad. Mallorca vendía buenos precios, sol, playa, algún ligue que otro y poco más, ahora ya no basta y se apunta también, como no, a la calidad. La cosa viene de antiguo y todos lo saben. Los tiempos de ahora ya no son de: ni chicha ni limoná. Ni la vejez ha podido resistir la calidad del bisturí. Los días de la arruga es bella ya han pasado. El listillo de turno pretende vender una estilográfica, al ver que el personal no cede, que sus insinuaciones caen en saco roto, que tanta labia choca con el muro de la indiferencia, mete mano al bolsillo, saca el plumín y lo coloca en la estilográfica:

     - Hala, una estilográfica con plumín y todo, ¿qué me dice ahora?.

     Todo el mundo lo sabe y lo practica. La calidad es lo único que vale.

Palma de Mallorca, 4 de septiembre de 2007

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