EL PSOE Y SU ENTORNO NACIONALISTA
Ahora que el Gobierno Central, es decir Zapatero pues, guste o no, lo ha convertido en un indeseado, para muchos, Gobierno «Presidencialista», está saboreando la soledad parlamentaria -y más ahora con el nuevo reglamento de la Cámara- a la hora de aprobar sus iniciativas legislativas, quizás le haya llegado el momento de tener que congratularse con el PP para llevar adelante y aprobar el aumento del número total de parlamentarios y su posterior distribución, logrando así que la representación de la mayoría no esté supeditada a la representación de unos pocos, me refiero a la desproporcionada representatividad de los parlamentarios nacionalistas periféricos con relación al resto.
El PSOE, un partido amable con el mundo nacionalista, ha errado el tiro arropando estrategias electorales donde, con toda seguridad, más de un submarino nacionalista se ha infiltrado entre sus filas. No hay más que leer las últimas declaraciones de Montilla y Antich para comprenderlo, o analizar los últimos resultados electorales en Galicia. Lo sucedido en el País Vasco es harina de otro costal, aún así podría servir y quizás será el principio que lleve a comprender que la necesidad de regular la representatividad parlamentaria es más necesaria hoy que nunca.
Palma, 26 de marzo de 2009
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