Artículos de opinión. Miguel Veny

Palma de Mallorca - 1954 - Mi trayectoria profesional la he desarrollado siempre en el campo de la PRODUCCION CINEMATOGRAFICA Y AUDIOVISUAL, tanto en el sector privado como en I.O.R.T.V.E. (Dehesa de la Villa - Madrid); TVE (Prado del Rey - Madrid) y TELE-5 (Fuencarral - Madrid). Un saludo. venytorres@ono.com

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01 junio 2009

LAS «TELES» AUTONÓMICAS


      Por su interés permítanme reproducir estos informes:
     
·   MODELO DE FINANCIACIÓN


     Las 'teles' autonómicas pierden más de 1.000 millones en un año

       Con un presupuesto de 1.900 millones y una deuda superior a 1.500 millones, las cadenas de las CCAA están en el punto de mira ante el inminente fin de la publicidad en TVE. Por María Vega

       Mientras el Gobierno trabaja contra viento y marea por sacar adelante un nuevo modelo de financiación para TVE que permita al ente público sobrevivir sin publicidad en un momento en el que el presupuesto de los anunciantes ha caído con fuerza, las cadenas autonómicas, que cada año cuestan a los españoles más de 1.600 millones de euros y pierden otros 1.000 millones, se hunden. Su modelo de negocio, que se debate entre el de una empresa pública y una cadena comercial que compite con las privadas, no es sostenible. Y menos en este momento.

       El problema tiene difícil salida. Primero porque no hay consenso entre los partidos políticos y segundo porque tras cargar a los radiodifusores privados y empresas de telecomunicaciones nacionales con un nuevo impuesto, encontrar un sector que cargue con las pérdidas de estas cadenas es misión casi imposible. Quedaría la vía defendida por el Partido Popular de privatizar las cadenas autonómicas. Una propuesta que exigiría cambiar la Ley Audiovisual y encontrar un comprador, tarea que se antoja complicada en un momento en el que el sector está sumido en una profunda crisis.

       Mientras políticos y empresas se enzarzan en el debate sobre la supresión de publicidad en TVE, una medida que garantizará la viabilidad del ente en tiempos de crisis, el resto de las cadenas públicas españolas son máquinas de perder dinero.

       Según la última auditoría encargada por la Unión de Televisiones Comerciales Asociadas (Uteca) a la consultora Deloitte, las autonómicas perdieron 945.378 millones de euros en 2007. Los expertos consultados por este periódico prevén que esas pérdidas superarán los 1.000 millones cuando se presenten los cierres de 2008, año en el que las autonómicas ingresaron por publicidad un 9,9% menos, hasta 319,6 millones, según datos de Infoadex.

       El presupuesto de estas cadenas para 2009 alcanza los 1.900 millones,de los que unos 1.600 millones serán aportados por los contribuyentes. Mantener las autonómicas tiene un coste medio por hogar de 119 euros al año en las regiones que cuentan con este servicio, según Deloitte.

       El esfuerzo de los gobiernos por sacar a flote estas televisiones ha provocado que en algunas comunidades el presupuesto invertido en televisión en el periodo 2006-2009 haya crecido por encima de otros servicios básicos. Es el caso de Cataluña, donde en los últimos cuatro años, la Generalitat ha elevado el gasto en la Corporació Catalana de Radio i Televisió un 53%, frente al 18% que ha subido la dotación para Sanidad y el 23% de Educación. En estos años, Cataluña ha asumido la deuda de 1.046 millones que acumulaba el ente público para sanear sus cuentas.

       En Madrid, el aumento del presupuesto para Telemadrid en ese periodo fue del 24%, frente al 18% de Sanidad y el 12% de Educación. La crisis ha puesto freno al despilfarro, como muestra la caída del 3% del presupuesto que la Comunidad concederá a la cadena en 2009.

       Calcular la deuda que los españoles han asumido en la última década para mantener las televisiones autonómicas es casi imposible por la opacidad y falta de transparencia en sus cuentas. Pero según cálculos de MERCADOS, la deuda actual ronda los 1.550 millones de euros.

       Este agujero amenaza con crecer en los próximos meses dada la fuerte caída de la inversión publicitaria.

       Demanda de las privadas

       Suprimir la publicidad en todas las televisiones públicas y no sólo en la estatal es una demanda de los radiodifusores privados, que en última instancia abogan por acabar con estas cadenas. El sector no sólo sufre por el porcentaje de la tarta publicitaria que se llevan al año las autonómicas (10,7%) y TVE (20%), también por «la competencia desleal de unas teles, que se guían por criterios comerciales», explica Jorge del Corral, secretario general de Uteca.

       «Hay un problema de saturación porque la pública, que es líder en audiencia, vende publicidad entre un 30 y un 40% por debajo del precio de mercado», afirma. España tiene el GRP (medida de audiencia publicitaria) más barato de Europa. Como consecuencia, multinacionales que en otros países no se anuncian en la tele por el precio, aquí sí lo hacen.

       Según Uteca, el fin de esta disfunción beneficiará más a las privadas que el supuesto reparto de los más de 500 millones que TVE ingresa al año por publicidad. De hecho, Francia ya ha eliminado los anuncios de la pública y esos ingresos no han revertido en el resto de adiodifusores.

       Del Corral augura que el nuevo modelo de TVE también beneficiará a otros medios porque «los precios [de la publicidad en televisión] subirán y muchos anunciantes preferirán ir a la radio o a la prensa».

       El pasado viernes, el Gobierno aprobó en Consejo de Ministros enviar al Congreso el proyecto de ley para la financiación de RTVE.

       Pese a la soledad parlamentaria del PSOE, el sector da por hecho que la Ley se aprobará en las próximas semanas. Pero es una incógnita si la futura Ley General Audiovisual contemplará trasladar el sistema de TVE a todas las públicas, un plan que las autonómicas agrupadas en la federación Forta ven inviable.

       Según esta organización, el sistema mixto actual «ha demostrado ser el más eficaz» y «no parece factible transponer el modelo que se baraja para TVE» sin «repercutir este gasto en el bolsillo del ciudadano».

       Forta también subraya que los anunciantes regionales «verían fuertemente mermada su capacidad de comunicar». En la práctica, el primer anunciante de las autonómicas es el Gobierno de la Comunidad en la que emiten, recuerda Uteca.

       Algunos partidos nacionalistas también abogan por mantener el modelo mixto para las autonómicas. El portavoz del BNG en el Congreso, Francisco Jorquera, explica a este periódico que si bien el modelo de Moncloa para TVE «no es en principio negativo», le «preocupa que siente un precedente y se generalice para las autonómicas porque no serían sostenibles sin la publicidad».

       El proyecto de ley para financiar TVE exime a los operadores regionales (el gallego R, Euskaltel y Telecable Asturias) de pagar una tasa por el ente público. Un punto criticado por las telecos que operan a nivel nacional, que recuerdan que RTVE hace desconexiones territoriales.

       Trasladar el sistema a todas las públicas exigiría que esos operadores pagasen una tasa por las televisiones de su territorio. Según el PNV, el planteamiento del Gobierno «es poco serio» al no analizar el sector audiovisual en su conjunto, señala el portavoz en el Congreso de esta formación, José Ramón Beloki.

       Para aclarar dudas, los grupos parlamentarios han pedido al Ejecutivo que presente la Ley General Audiovisual antes del 30 de junio.

       Mientras, el sector vive con preocupación la incertidumbre. «Desconocemos el sistema de financiación de la televisión pública en su conjunto, también de la autonómica, que tiene pensado el Gobierno en la futura Ley Audiovisual. Si desaparece la publicidad y no se sustituye por otra financiación alternativa, con nuestro actual modelo autonómico de financiación mixta seremos inviables tal y como funcionamos actualmente (tamaño de plantilla, modelo de gestión)», afirman desde Telemadrid. «Habrá que rediseñar la televisión autonómica», añaden.

* En esta información colaboran
D. Vigario, J. Adán, P. del Gallo y M. Rodríguez.

     

·  La televisión más cara por habitante


            El futuro de la cadena pública balear IB3 lleva tiempo en el aire por la falta de audiencia. Por Daniel Álvarez / Baleares IB3 es la cadena autonómica más cara por habitante, le sale a 64 euros a cada ciudadano de Baleares, no levanta sus audiencias -ahora celebra una cuota de pantalla media del 5%- ni tampoco su situación económica. Arrastra una deuda bancaria de 169 millones de euros y le debe más de 50 millones a sus proveedores, pero en plena crisis económica no ha reparado en gastos para renovar su logotipo y su imagen, un lavado de cara que le ha costado 600.000 euros, y ha invertido 12 millones de euros para ofrecer la Fórmula 1, una decisión cuestionada en el Parlamento balear, donde el PP, ahora en la oposición, y el PSOE han coincidido en rechazar esta apuesta de la dirección de la cadena.

       El Ejecutivo balear ultima un plan de sanemiento para IB3 y los seis partidos miembros del pacto de gobierno de centro-izquierda liderado por el PSOE negocian el cambio del modelo de la televisión, heredada del PP y que ahora está bajo el control de Unió Mallorquina (UM), el partido bisagra en el archipiélago. Su director es un afiliado de UM, Antoni Martorell, ex jefe de prensa de la líder de este partido y presidenta del Parlamento balear, Maria Antònia Munar, y su futuro también está en juego, aunque en principio está asegurado para esta legislatura.

       El Govern asumirá la deuda de IB3, pero a cambio exige a su director un nuevo plan de ahorro para recortar los gastos corrientes. Es más, pretende limitar los desvíos presupuestarios a un porcentaje de entre un 10 y un 15% mediante una cláusula contractual que estipule el cese de la dirección en caso de que supere ese tope máximo. Y eso que Martorell presumía hace unos días en el Parlamento de que IB3 había sido «el primer área del Govern que se había apretado el cinturón antes de la crisis» al rebajar los gastos en un 14,5% respecto al año pasado.

       El objetivo es imponer «criterios más racionales» en la gestión y que IB3 «funcione mejor con menos recursos», explican desde el Ejecutivo. El presupuesto de la cadena es de 69 millones de euros que aporta la comunidad, a los que falta añadir unos ingresos de seis millones previstos por publicidad. De momento, ni se plantea la eliminación de la publicidad, aunque la portavoz del Ejecutivo autonómico, Joana Barceló (PSOE), dice que esa medida contribuiría al modelo ideal de un medio público, por lo que valora el plan anunciado para TVE.

       Presupuesto: 69 millones
       Deuda: 169 millones
       Plantilla: 150
       Share: 5%

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