¿LA MUERTE DEL FENÓMENO FA?
El fenómeno FA, ya se sabe la F de Francesc y Francina, y la A de Antich y Armengol, parece deslizarse hacia la nada tan veloz y rápidamente como lo haría el afamado jabón. Cuántas pompas de jabón he visto divagar por los principios químicos de FA.
Para que el insensato fenómeno FA no sea el principio y el fin de algo necesario, hago mías estas palabras de Fernando Merino "… Quien sí tiene capacidad cierta para regenerar la democracia, sin duda es el sector crítico del PSIB-PSOE que reclama primarias. El Partido Popular se puede permitir el lujo de navegar a sus anchas ante la debilidad de su rival. Los conservadores aún estaban más mosqueados que los socialistas, cuando apareció en escena José Ramón Bauzà y aceptó el pulso de Carlos Delgado.
Las históricas mayorías absolutas que el PP regenerado ha cosechado en el archipiélago deberían ser el desencadenante de la rehabilitación de un PSIB que está obligado a iniciar nuevo ciclo tras la debacle electoral y su pésimo liderazgo del segundo Pacte de Progrés. Un liderazgo desolador, como lo prueban unas cuentas públicas que vienen a demostrar que cada socio actuó sin ánimo de colegiar las acciones de gobierno, cada uno metiendo mano en la caja por exclusivo dictado de los intereses partidistas, sin visión global.
Precisamente es la cúpula del PSIB la principal responsable del estropicio y aún así nadie se ha movido del encuadre. El resto de integrantes del Pacte no hace falta ni mencionarlo, porque sólo son visibles instalados en la bolsa marsupial que les tienden los socialistas, para que en el ejercicio parasitario que se desencadena a partir de entonces la izquierda si pueda tocar el poder.
No es cuestión de caer en ingenuidades de manual, pero esa precaución no invalida tomar por buena la iniciativa del manifiesto crítico del 23 de mayo que está detrás de la petición de primarias por parte del sector crítico de los socialistas baleares. Mientras la cúpula miraba hacia otro lado, los críticos el día después ya reclamaban responsabilidades políticas, esas que nunca se han producido. Las bases del PSIB-PSOE tienen ahora la gran oportunidad de inyectarle dignidad a unas siglas que no se merecen a unos dirigentes del todo incapaces de reconocer sus errores y abrir un proceso de cambios.
El apartado del partido socialista lleva tiempo deslegitimado para ejercer el liderazgo que reclama el presente. Pronto comenzará el período de sesiones en el Parlament, y se me antoja patético que una perdedora por abrumadora incapacidad ahora ejerza de portavoz del grupo socialista. Será cierto que la casta acostumbra a lucir caras de cemento armado, lo que no evita que ante determinados debate el observador imparcial se parta de la risa al constatar que el dedo acusador lleva sombreado la viga en el ojo propio.
Las bases del PSIB-PSOE son las que deben reclamar el cambio urgido por el sentido común, y no dejar que el aparato continúe insensible a las señales de su incapacidad, al tiempo que comete la insensatez de verse a sí mismo como la solución a los problemas que ha generado."
Para que el insensato fenómeno FA no sea el principio y el fin de algo necesario, hago mías estas palabras de Fernando Merino "… Quien sí tiene capacidad cierta para regenerar la democracia, sin duda es el sector crítico del PSIB-PSOE que reclama primarias. El Partido Popular se puede permitir el lujo de navegar a sus anchas ante la debilidad de su rival. Los conservadores aún estaban más mosqueados que los socialistas, cuando apareció en escena José Ramón Bauzà y aceptó el pulso de Carlos Delgado.
Las históricas mayorías absolutas que el PP regenerado ha cosechado en el archipiélago deberían ser el desencadenante de la rehabilitación de un PSIB que está obligado a iniciar nuevo ciclo tras la debacle electoral y su pésimo liderazgo del segundo Pacte de Progrés. Un liderazgo desolador, como lo prueban unas cuentas públicas que vienen a demostrar que cada socio actuó sin ánimo de colegiar las acciones de gobierno, cada uno metiendo mano en la caja por exclusivo dictado de los intereses partidistas, sin visión global.
Precisamente es la cúpula del PSIB la principal responsable del estropicio y aún así nadie se ha movido del encuadre. El resto de integrantes del Pacte no hace falta ni mencionarlo, porque sólo son visibles instalados en la bolsa marsupial que les tienden los socialistas, para que en el ejercicio parasitario que se desencadena a partir de entonces la izquierda si pueda tocar el poder.
No es cuestión de caer en ingenuidades de manual, pero esa precaución no invalida tomar por buena la iniciativa del manifiesto crítico del 23 de mayo que está detrás de la petición de primarias por parte del sector crítico de los socialistas baleares. Mientras la cúpula miraba hacia otro lado, los críticos el día después ya reclamaban responsabilidades políticas, esas que nunca se han producido. Las bases del PSIB-PSOE tienen ahora la gran oportunidad de inyectarle dignidad a unas siglas que no se merecen a unos dirigentes del todo incapaces de reconocer sus errores y abrir un proceso de cambios.
El apartado del partido socialista lleva tiempo deslegitimado para ejercer el liderazgo que reclama el presente. Pronto comenzará el período de sesiones en el Parlament, y se me antoja patético que una perdedora por abrumadora incapacidad ahora ejerza de portavoz del grupo socialista. Será cierto que la casta acostumbra a lucir caras de cemento armado, lo que no evita que ante determinados debate el observador imparcial se parta de la risa al constatar que el dedo acusador lleva sombreado la viga en el ojo propio.
Las bases del PSIB-PSOE son las que deben reclamar el cambio urgido por el sentido común, y no dejar que el aparato continúe insensible a las señales de su incapacidad, al tiempo que comete la insensatez de verse a sí mismo como la solución a los problemas que ha generado."
Palma, 17 de agosto de 2011
Etiquetas: Fenómeno FA, Fernando Merino, Francesc Antich, Francina Armengol, Miguel Veny Torres, PSIB-PSOE, Un liderazgo desolador
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