LA CASTA

     En Baleares vivimos tiempos de avariciosos titiriteros políticos, de desajustados trucos de opinión cara a la ciudadanía y de un espectacular repunte de la máxima de esta peculiar «casta política»: Debatamos, durante días, semanas e incluso meses, sobre «tres más dos son cinco» para finalmente concluir que «tres más dos son cinco» -la lentitud y el recelo a decir no, han sido, de siempre, los principales cimientos de la idiosincrasia balear-.

     El dinero público otorgado, de forma más que dudosa, a la familia de MAM por la misma MAM, es un escándalo para todos menos para esta endogámica «casta política balear». Todos los partidos que hoy se entrecruzan por los pasillos del Parlament, se han unido para proteger y blindar a MAM de las consecuencias de los últimos favores, otorgados a dedo, hacia su propia familia. Lo que, en otro lugar, sería «traición» aquí ni se discute.

     Estamos liderados por una «casta política» en la que la firma o la palabra dada vale menos que un simple puñado de calderilla y, por supuesto, del dudoso calorcillo aterciopelado de una desacreditada silla. Dice que le "jode" pero sigue mamando.

Palma, 28 de enero de 2010

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