ELECCIONES ANTICIPADAS

     Está claro que la posibilidad de celebrar elecciones anticipadas no gusta a los dos partidos mayoritarios de las Islas, y en particular, ha perjudicado seriamente la imagen de Antich y en consecuencia la del PSIB. El perjuicio ha sido tal, que el PSIB ha solicitado la colaboración del PP para maquillar y compartir esta pérdida de imagen, de aquí que Estaràs, olvidándose de la Fuente y el Espítiru de Ley que debe imprimir el contenido de cualquier disposición transitoria, se aferre a la letra pequeña del nuevo Estatuto de las Islas Baleares, para encontrar, un más que discutible (en su interpretación) matiz, que asegure su «Antich no puede convocar nuevas elecciones sin permiso mio». Antich y Estaràs saben a la perfección que el papel lo aguanta todo y que, en su día, alguien ya dijo «hagan Uds. las leyes y dejen que yo elabore los reglamentos». La única institución que podría impedir a Antich convocar nuevas elecciones sería un Tribunal de Justicia. Tribunal que, con toda seguridad, decidiría, basándose en elementales principios constitucionales, que sí puede convocarlas. Lo contrario, sería lo mismo que admitir que vivimos en una Autonomía de nefasta calidad democrática y que vivimos en un régimen semi-totalitario. La clase política balear naufraga en su propio mar de vanidades, en, como dijo muy bien Ramón Aguiló, su provincianismo del «Muy Honorable» cuando un Ministro del Estado Español tiene el tratamiento de Señor. Gobernar, lo que es gobernar, lo hacen lento y mal. Andan siempre por laberintos no aceptados por la Justicia. Tratan de conservar, al precio que sea, el estatus que les da el poder. Pero en todo lo referente a confundir a la opinión pública, y poner los codos y el tiempo para confeccionar astutas cortinas de humo, son unos verdaderos maestros.

Madrid, 8 de noviembre de 2008

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