CRISIS

     Con la perspectiva de la acertada frase del Nobel Jean-Marie Le Clézio “viajando se escucha mejor el ruido del mundo” opino que la crisis financiera, de ámbito mundial, que estamos padeciendo, ha dejado bien a las claras la pérdida de valores sustanciales para el ser humano, como son la honestidad, la solidaridad y la sencillez o transparencia. Y se han perdido por ampararse en discursos como este:

     - A mi me ha ido fenomenal, y tengo los riñones más que protegidos.

     - Entonces, para qué solicita mi ayuda.

     - Porque si no me la concede, todo, y cuando digo todo, quiero decir todo, se derrumbará.

     - Acaso me chantajea.

     - Tradúzcalo Ud. como quiera.

     Por las continuas prácticas de una generación que ha defendido y abusado de la doctrina del financiero mallorquín Juan March, que el historiador y escritor Pere Ferrer la define así (refiriéndose a J. March) “Por su aspiración constante de ganar dinero. March vivía encerrado en sí mismo, sólo vivía para los negocios y tenía una obsesión por acumular riqueza”.

     Y por el estrambótico gesto de colocar «la zorra dentro del gallinero» como lo demuestran estos titulares: “EE. UU. da un giro radical a su plan de rescate para seguir el modelo europeo” “Comprará acciones por 185.000 millones en una intervención masiva en los nueve grandes bancos”.

     Son muchos los intelectuales que comparten esta filosofía. Juan José Millàs, escribe: “Cuando los socialistas estaban a punto de ganar las elecciones en 1982, la derecha tenía miedo de que nacionalizaran los bancos (…) Apenas unos años después (…) hay en todo el mundo capitalista un clamor para que los gobiernos, sean del color que sean, nacionalicen su gestión, sus dineros, sus meteduras de pata (…) Aquí quiebra el Ministerio del Ejército (…) el de la Vivienda (…) el de Cultura (…) el de Justicia y no pasa nada (…) Pero si quiebra la banca nos vamos todos al cuerno”.

     Manuel Rivas reflexiona sobre esta conversación: “pues a mi el resultado de la operación me da infinito” dice uno, algo perplejo. Y responde el otro: “¿Infinito? ¡Me parece poco!.

     Javier Pradera nos recuerda este principio de Adam Smith: “En la carrera hacia las riquezas podrá correr con todas sus fuerzas, tensando cada nervio y cada músculo para dejar atrás a todos sus rivales, pero si empuja o derriba a alguno, la indulgencia de los espectadores se esfuma: se trata de una violación del juego limpio, que no podrán aceptar”.

     Y nos recuerda: “El ascenso de Hitler al poder hubiera sido inimaginable sin el desempleo galopante inducido por la crisis a comienzos de la década”.

     Joaquín Prieto afirma: “Asistimos así a la paradoja de que un espacio como el europeo, pretendidamente más atravesado de controles y regulaciones que el denostado capitalismo estadounidense, sufre dificultades no menores para establecer la confianza”.

     Josep Ramoneda: “Bush heredó de Clinton una economía en alza, con un importante superávit, que se fundió a toda velocidad. Lo que entregará cuando en enero se haga el traspaso de poderes es un país sumido en una profunda crisis que no es solo económica, sino también moral”.

     Carlos Fuentes: “Porque la ironía -si no la burla- del asunto es que, a final de cuentas, se le pide al ciudadano común y corriente que pague los platos rotos, eximiendo al Gobierno y a la banca de otra responsabilidad que no sea la de votar una ley que salve a ésta, y a corporaciones, que mantengan sus privilegios a costillas del contribuyente”.

     Manuel Vicens: “será necesario que brote de este marasmo una nueva conciencia social. Los primeros indicios de esta actitud moral ante el futuro se están dando ya en las principales universidades norteamericanas. De ellas habían salido la mayoría de los ejecutivos golfos que ha arruinado con su codicia el sistema financiero, pero de un tiempo a esta parte un estudiante de Harvard, de Princeton o de Chicago, por muy elitista que se crea, no ya puede obtener un gran expediente académico si no ha demostrado un interés práctico por la sociedad y se ha comprometido en alguna labor social desinteresada”.

     M. Á. Bastenier: “El mundo que parece que viene es mucho más complejo y peligroso que el de la extinta bipolaridad”.

     Norman Birnbaum: “Si McCain gana las elecciones, puede verse tentado a dar una 'salida' militar a la crisis económica”.

     Paul Krugman, recién Premio Nobel de Economía: “Vamos a decirlo así, el Nobel se ha entregado a bastantes intelectuales y la mayoría de ellos rechaza a Bush”.

     Y volviendo a los quehaceres domésticos de Mallorca. Me llegan noticias de que, algún que otro político, se entretiene en enterrar dinero público con el fin de ocultarlo y apropiárselo. ¡Patético! Siempre lo he mantenido, en Mallorca se confunde siempre lo público con lo privado. Y se entremezcla muy a menudo el «meter la mano en la caja» con la más desesperante inactividad.

París, 19 de septiembre de 2008

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