MÁS SOMBRAS QUE LUCES EN ESTA NUEVA IB3
Los medios audiovisuales públicos de cualquier Autonomía española tienen la obligación y el deber de fomentar las modalidades lingüísticas originarias de cada una de ellas. En este punto, sólo cabe felicitar a IB3. Pero también, no es menos cierto que las contraprestaciones pagadas a Cataluña y Valencia para poder emitir los contenidos de su actual parrilla, representan un lastre contraproducente para la creación de los primeros cimientos donde asentar las claves de una autóctona, autosuficiente, eficaz y necesaria industria del doblaje.
Si uno asiste a una conferencia en un espacio habilitado para cien personas y aparte del conferenciante y él mismo sólo se dignan a acudir al acto tres individuos, éste se puede calificar, sin ningún género de duda, de fracaso. Y esto es, precisamente, lo que sucede con el actual share de IB3. Hace unos días dimitió Manuel Soriano (PP) como Director General de TeleMadrid. y tanto sus trabajadores como los Consejeros de Administración del PSOE e IU, lo que más lamentaron fue que “deja la cadena en los peores datos de su historia. Recibió TeleMadrid en un 17,1% de su antecesor, Francisco Giménez-Alemán, y cerró el año pasado en un 11,6%”. Este mismo argumento también se le puede reprochar a A. Martorell: Recibe IB3 con un share en torno al 8% y siendo la cuarta TV más vista en Baleares, y a día de hoy su share está en torno al 4%, convirtiéndose así en la séptima TV más vista en las islas.
Un gobierno más progresista que conservador siempre debe aplicar, en sus empresas públicas, políticas dirigidas a proteger a sus trabajadores, y éste es un principio que brilla por su ausencia en IB3, en donde se beneficia a los de siempre, unos pocos empresarios y, por desgracia, se ignora la seguridad salarial y la proyección de futuro de muchos de sus trabajadores.
Palma de Mallorca, 19 de diciembre de 2007
Etiquetas: Antoni Martorell, IB3, Miguel Veny Torres
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