EL PARAGUAS Y LOS “FONTANEROS” DE LA POLITICA
Los paraguas se inventaron para parar la lluvia, evitando así que alguien se moje. Los mejores paraguas suelen ser de ancha circunferencia y, cómo no, suelen soportar los vaivenes de muchas y abundantes lluvias e, incluso, en algunas ocasiones sirven para protegerse de la intensidad de los malsanos rayos de sol. Sin embargo, a veces o a menudo, sucede y no se sabe muy bien, por qué, éstos mismos y sólidos paraguas terminan abandonados, olvidados, pareciéndose cada vez más a ligeros fantasmas, que sólo se intuyen como pequeñas sombras en algún rincón de alguna arrinconada habitación, sobresaliendo de algún paragüero arrinconado. Suelen ser paraguas que por alguna razón han olvidado y extraviado su sentimiento de vocación de servicio. Son paraguas que la misma lluvia y el mismo potente sol han decidido ignorar, los ven muy poca cosa, tan diminutos y sin importancia, que han decidido no molestarse en arrojar sobre ellos sus muchas o pocas gotas de agua, así como sus tibios o abrasadores rayos de sol.
Palma de Mallorca, 19 de septiembre de 2006
Etiquetas: "Fontaneros", Miguel Veny Torres
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